¿Territorio de paz?
Toribío, renaciendo de una guerra sin fin
“… la guerra es tenaz, no se la deseo ni al peor enemigo” afirma Marino Vitonás, un habitante indígena de la población de Toribío, ubicada al norte del departamento caucano.
Por: Jaime Goyes Andrade
Fotos: Presidencia de la República / SNE
“Toribío, territorio de paz”, con este nombre se conoce a esta población del departamento del Cauca, el cual contrasta enormemente con lo que en realidad viene ocurriendo desde hace muchos años con sus pobladores.
La tan anhelada paz que promulgan sus habitantes, en su mayoría indígenas, se ve relegada a un segundo plano si se tiene en cuenta los constantes atropellos que han venido recibiendo durante décadas debido a los embates de la guerra. Una guerra de la cual nunca han querido ser partícipes, pero que por la situación de orden público que azota al país, en especial a los caucanos, les ha tocado vivirla en carne propia, poniendo la peor parte: la sangre de su gente.
Los testimonios desgarradores de sus habitantes dejan entrever la grave problemática social por la que pasan y la destrucción que les ha tocado vivir es una muestra de la intolerancia del ser humano.
Ya han pasado seis meses después de la última incursión guerrillera y hasta el momento todavía no se encuentra reconstruida en su totalidad las viviendas de la localidad.
Ese fatídico mes de abril de 2005 quedará grabado en la memoria de los toribienses, donde en una semana recibieron dos tomas a su población, en las cuales, en horas de la noche mientras dormían, tuvieron que salir de sus casas y dejarlo todo para salvar sus vidas.
“Nosotros hemos sufrido desde hace mucho tiempo los ataques de los grupos armados. Yo les pido a los guerrilleros que por favor midan las consecuencias de sus actos y le pido al gobierno que busque la forma de firmar la paz. Yo creo que mediante el diálogo podemos llegar a un feliz término que es la paz que tanto anhelamos, porque esto es horrible, una cosa es contarla y otra vivirla en carne propia. Muchas veces en la ciudad se escucha la situación de estas cosas y se vuelve ajeno al sufrimiento de la gente, pero cuando a uno le toca se da cuenta que la guerra es tenaz, no se la deseo ni al peor enemigo”, afirmó Marino Vitonás, un habitante indígena de Toribío, después de una de las tomas de este año ocurridas a su población.
Así mismo, un email recibido por una entidad encargada en la protección de las comunidades indígenas de todo el mundo “Acción Global de los Pueblos” y publicado en http://www.nadir.org/ el 12 de julio de 2002, deja entrever la desesperación de los toribianos en momentos de un ataque subversivo: “Urgente desde Toribio Cauca!!!, son las 7:03 de la noche, los enfrentamientos se recrudecieron, la población está siendo diezmada del casco urbano, se regaron panfletos de las Farc donde en 23 puntos dicen que se debe hacer.... Hablan de paramilitares.... piden que se almacene comida y que no se muevan de donde se encuentren, al parecer ya hay victimas, una de ellas pertenece al centro (Cecidic). El objetivo de ellos es hostigar el puesto de policía hasta destruirlo y así sacar la fuerza pública de la región. Eso lo sabemos porque se habla muy bajito pero se habla. Han estallado cerca de 15 pipetas de gas, en la tarde se veía salir humo negro del pueblo, eso nos da la idea de que se originó un incendio. No hay fluido eléctrico, el centro cuenta con una planta de energía a Diesel pero solo tenemos combustible para unas pocas horas..... Todos los lideres están refugiados, si se les ve la orden es matarlos... eso se lo hicieron saber a la población que es devuelta de los alrededores del pueblo. La situación es incierta. Más adelante cuando tengamos mas información les diremos, si Dios quiere.... ¡!acaba de estallar otro cilindro y se escuchó cerca!!... hasta el próximo email”.
Testimonios como estos dan una muestra de que la guerra es muy dura y más aún cuando no se quiere ser parte de ella y de forma obligada nos hacen partícipes.
Los niños
Si los adultos no saben qué hacer cuando sienten que están atacando a su pueblo, más grave aún es la situación que padecen los niños de esta localidad ubicada al norte del departamento del Cauca. Desde pequeños, por fuerza mayor, les ha tocado aprender a vivir en medio de los combates y dejando su niñez a un lado, en muchas ocasiones han pasado de los juegos infantiles a los ‘juegos’ de guerra, pero con la diferencia que estos si son reales, los cuales les ha cambiado las sonrisas por las lágrimas que les ha tocado derramar al ver sus casas en ruinas y perdiendo a las personas que aman.
“Nosotros nos asustamos cuando la guerrilla dijo que saliéramos porque iban a destruir el poblado. Cuando nuestros papás y los vecinos nos vinieron a sacar, tuvimos que pasar corriendo todo el pueblo en medio de las balas. A dos de mis amigos casi les dan y después cuando llegamos al salón comunal cayó una bomba de donde muchos salieron heridos. Yo me asusté y me temblaba el cuerpo, fue horrible” son las palabras de Oscar Armando Muñoz, un niño de 11 años, habitante de Toribío, quien contó lo que padeció en la última incursión subversiva. “Yo pienso que esto no debería ser así, sufrimos mucho porque la gente se quedó sin casa, quedaron en la calle, prácticamente lo perdieron todo. Nosotros pedimos que ayuden a la gente que perdió sus hogares y pedimos que haya paz, que no nos ataquen más, porque somos gente humilde que no le hace daño a nadie, no nos merecemos lo que está pasando en el pueblo” enfatizó Muños, quien a pesar de su corta edad, se expresa como una persona madura por las dolencias que desde muy pequeño le ha tocado padecer.
Premios de paz
Contrario a lo anterior, el ejemplo que han dado los habitantes de esta localidad, en la que siempre promulgan solucionar los problemas mediante un diálogo, declarándose neutros ante la guerra y pidiendo que los mantengan aislados del conflicto, los ha hecho merecedores de diferentes premios, tanto nacionales como internacionales, en los que se reconoce el esfuerzo realizado por evitar que se siga violando los Derechos Humanos en su territorio.
Uno de ellos fue el ‘Premio Ecuatorial 2004’ obtenido por su Proyecto Nasa -o Proyecto de Vida- en Kuala Lampur (Malasia) entre más de 400 participantes de todo el mundo,
en reconocimiento al plan de vida que se gestó desde 1980 y que se consolida como una propuesta de desarrollo humano para Colombia, que ha sido reconocida no sólo a nivel mundial sino también nacional ya que el Proyecto Nasa recibió el Premio Nacional de Paz en el año 2000.
El Premio Ecuatorial 2004 es el galardón de la Iniciativa Ecuatorial de las Naciones Unidas, movimiento mundial para reducir la pobreza y preservar la biodiversidad mediante la identificación y premiación de proyectos comunitarios innovadores que fomenten el aprendizaje de comunidades, generen conocimientos, mejores condiciones de vida y avances concretos en la lucha contra la pobreza. Se enfoca a la franja de la línea del Ecuador por cuanto se trata de la zona con mayores concentraciones tanto de pobreza humana como de riqueza biológica.
Derechos Humanos
Los ataques a Toribío, por su magnitud, han generado la preocupación de los organismos internacionales, es así como la oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos – Oacnudh, al condenar las arremetidas a esta población, emitió el siguiente concepto:
1. Que los principios de distinción, limitación y proporcionalidad establecidos por el Derecho Internacional Humanitario, DIH, para la conducción de las hostilidades fueron infringidos por las Farc-EP durante su ataque en Toribío.
2. Que el DIH prohíbe usar medios de combate cuyo empleo no permita discriminar los objetivos. Al utilizar “pipetas” de gas contra un objetivo situado en área habitada por civiles, se infringió esta prohibición.
3. Que el DIH, al establecer el principio de distinción, prohíbe atacar o poner en riesgo a la población civil, y utilizar bienes civiles con propósitos militares. Las Farc han irrespetado este principio al dar muerte y herir a civiles indefensos, y al instalarse en la escuela de Toribío.
La Oficina hace notar que en Toribío no debieron haberse construido instalaciones de la fuerza pública como las existentes en medio de una concentración de civiles.
La Oficina condena los injustificables actos de violencia cometidos en Toribío, con los cuales se han infringido en forma grave los principios y las normas del Derecho Internacional Humanitario, y se ha demostrado nuevamente un total menosprecio por la vida, la integridad y la seguridad de los civiles.
La Oficina insta al Secretariado de las Farc a asegurar que todos los miembros de ese grupo armado ilegal observen plenamente los principios humanitarios de limitación, distinción, proporcionalidad y protección de la población civil.
La Oficina expresa su solidaridad con todas las víctimas de estos hechos lamentables, y anuncia su propósito de seguir observando de cerca la evolución de la situación en el municipio de Toribío.
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TORIBIO
Fundado por: El presbítero Lucas de Rojas Velásco en 1735.
Superficie: 399 Km2
Población: 29.000 Hab. Aprox.
Altitud promedio: 1.737 m.s.n.m.
Producción: Agricultura.
Ubicación: Norte del Cauca.
Alcalde actual: Arquímedes Vitonás
Toribío, renaciendo de una guerra sin fin
“… la guerra es tenaz, no se la deseo ni al peor enemigo” afirma Marino Vitonás, un habitante indígena de la población de Toribío, ubicada al norte del departamento caucano.
Por: Jaime Goyes Andrade
Fotos: Presidencia de la República / SNE
“Toribío, territorio de paz”, con este nombre se conoce a esta población del departamento del Cauca, el cual contrasta enormemente con lo que en realidad viene ocurriendo desde hace muchos años con sus pobladores.
La tan anhelada paz que promulgan sus habitantes, en su mayoría indígenas, se ve relegada a un segundo plano si se tiene en cuenta los constantes atropellos que han venido recibiendo durante décadas debido a los embates de la guerra. Una guerra de la cual nunca han querido ser partícipes, pero que por la situación de orden público que azota al país, en especial a los caucanos, les ha tocado vivirla en carne propia, poniendo la peor parte: la sangre de su gente.
Los testimonios desgarradores de sus habitantes dejan entrever la grave problemática social por la que pasan y la destrucción que les ha tocado vivir es una muestra de la intolerancia del ser humano.
Ya han pasado seis meses después de la última incursión guerrillera y hasta el momento todavía no se encuentra reconstruida en su totalidad las viviendas de la localidad.
Ese fatídico mes de abril de 2005 quedará grabado en la memoria de los toribienses, donde en una semana recibieron dos tomas a su población, en las cuales, en horas de la noche mientras dormían, tuvieron que salir de sus casas y dejarlo todo para salvar sus vidas.
“Nosotros hemos sufrido desde hace mucho tiempo los ataques de los grupos armados. Yo les pido a los guerrilleros que por favor midan las consecuencias de sus actos y le pido al gobierno que busque la forma de firmar la paz. Yo creo que mediante el diálogo podemos llegar a un feliz término que es la paz que tanto anhelamos, porque esto es horrible, una cosa es contarla y otra vivirla en carne propia. Muchas veces en la ciudad se escucha la situación de estas cosas y se vuelve ajeno al sufrimiento de la gente, pero cuando a uno le toca se da cuenta que la guerra es tenaz, no se la deseo ni al peor enemigo”, afirmó Marino Vitonás, un habitante indígena de Toribío, después de una de las tomas de este año ocurridas a su población.
Así mismo, un email recibido por una entidad encargada en la protección de las comunidades indígenas de todo el mundo “Acción Global de los Pueblos” y publicado en http://www.nadir.org/ el 12 de julio de 2002, deja entrever la desesperación de los toribianos en momentos de un ataque subversivo: “Urgente desde Toribio Cauca!!!, son las 7:03 de la noche, los enfrentamientos se recrudecieron, la población está siendo diezmada del casco urbano, se regaron panfletos de las Farc donde en 23 puntos dicen que se debe hacer.... Hablan de paramilitares.... piden que se almacene comida y que no se muevan de donde se encuentren, al parecer ya hay victimas, una de ellas pertenece al centro (Cecidic). El objetivo de ellos es hostigar el puesto de policía hasta destruirlo y así sacar la fuerza pública de la región. Eso lo sabemos porque se habla muy bajito pero se habla. Han estallado cerca de 15 pipetas de gas, en la tarde se veía salir humo negro del pueblo, eso nos da la idea de que se originó un incendio. No hay fluido eléctrico, el centro cuenta con una planta de energía a Diesel pero solo tenemos combustible para unas pocas horas..... Todos los lideres están refugiados, si se les ve la orden es matarlos... eso se lo hicieron saber a la población que es devuelta de los alrededores del pueblo. La situación es incierta. Más adelante cuando tengamos mas información les diremos, si Dios quiere.... ¡!acaba de estallar otro cilindro y se escuchó cerca!!... hasta el próximo email”.
Testimonios como estos dan una muestra de que la guerra es muy dura y más aún cuando no se quiere ser parte de ella y de forma obligada nos hacen partícipes.
Los niños
Si los adultos no saben qué hacer cuando sienten que están atacando a su pueblo, más grave aún es la situación que padecen los niños de esta localidad ubicada al norte del departamento del Cauca. Desde pequeños, por fuerza mayor, les ha tocado aprender a vivir en medio de los combates y dejando su niñez a un lado, en muchas ocasiones han pasado de los juegos infantiles a los ‘juegos’ de guerra, pero con la diferencia que estos si son reales, los cuales les ha cambiado las sonrisas por las lágrimas que les ha tocado derramar al ver sus casas en ruinas y perdiendo a las personas que aman.
“Nosotros nos asustamos cuando la guerrilla dijo que saliéramos porque iban a destruir el poblado. Cuando nuestros papás y los vecinos nos vinieron a sacar, tuvimos que pasar corriendo todo el pueblo en medio de las balas. A dos de mis amigos casi les dan y después cuando llegamos al salón comunal cayó una bomba de donde muchos salieron heridos. Yo me asusté y me temblaba el cuerpo, fue horrible” son las palabras de Oscar Armando Muñoz, un niño de 11 años, habitante de Toribío, quien contó lo que padeció en la última incursión subversiva. “Yo pienso que esto no debería ser así, sufrimos mucho porque la gente se quedó sin casa, quedaron en la calle, prácticamente lo perdieron todo. Nosotros pedimos que ayuden a la gente que perdió sus hogares y pedimos que haya paz, que no nos ataquen más, porque somos gente humilde que no le hace daño a nadie, no nos merecemos lo que está pasando en el pueblo” enfatizó Muños, quien a pesar de su corta edad, se expresa como una persona madura por las dolencias que desde muy pequeño le ha tocado padecer.
Premios de paz
Contrario a lo anterior, el ejemplo que han dado los habitantes de esta localidad, en la que siempre promulgan solucionar los problemas mediante un diálogo, declarándose neutros ante la guerra y pidiendo que los mantengan aislados del conflicto, los ha hecho merecedores de diferentes premios, tanto nacionales como internacionales, en los que se reconoce el esfuerzo realizado por evitar que se siga violando los Derechos Humanos en su territorio.
Uno de ellos fue el ‘Premio Ecuatorial 2004’ obtenido por su Proyecto Nasa -o Proyecto de Vida- en Kuala Lampur (Malasia) entre más de 400 participantes de todo el mundo,
en reconocimiento al plan de vida que se gestó desde 1980 y que se consolida como una propuesta de desarrollo humano para Colombia, que ha sido reconocida no sólo a nivel mundial sino también nacional ya que el Proyecto Nasa recibió el Premio Nacional de Paz en el año 2000.
El Premio Ecuatorial 2004 es el galardón de la Iniciativa Ecuatorial de las Naciones Unidas, movimiento mundial para reducir la pobreza y preservar la biodiversidad mediante la identificación y premiación de proyectos comunitarios innovadores que fomenten el aprendizaje de comunidades, generen conocimientos, mejores condiciones de vida y avances concretos en la lucha contra la pobreza. Se enfoca a la franja de la línea del Ecuador por cuanto se trata de la zona con mayores concentraciones tanto de pobreza humana como de riqueza biológica.
Derechos Humanos
Los ataques a Toribío, por su magnitud, han generado la preocupación de los organismos internacionales, es así como la oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos – Oacnudh, al condenar las arremetidas a esta población, emitió el siguiente concepto:
1. Que los principios de distinción, limitación y proporcionalidad establecidos por el Derecho Internacional Humanitario, DIH, para la conducción de las hostilidades fueron infringidos por las Farc-EP durante su ataque en Toribío.
2. Que el DIH prohíbe usar medios de combate cuyo empleo no permita discriminar los objetivos. Al utilizar “pipetas” de gas contra un objetivo situado en área habitada por civiles, se infringió esta prohibición.
3. Que el DIH, al establecer el principio de distinción, prohíbe atacar o poner en riesgo a la población civil, y utilizar bienes civiles con propósitos militares. Las Farc han irrespetado este principio al dar muerte y herir a civiles indefensos, y al instalarse en la escuela de Toribío.
La Oficina hace notar que en Toribío no debieron haberse construido instalaciones de la fuerza pública como las existentes en medio de una concentración de civiles.
La Oficina condena los injustificables actos de violencia cometidos en Toribío, con los cuales se han infringido en forma grave los principios y las normas del Derecho Internacional Humanitario, y se ha demostrado nuevamente un total menosprecio por la vida, la integridad y la seguridad de los civiles.
La Oficina insta al Secretariado de las Farc a asegurar que todos los miembros de ese grupo armado ilegal observen plenamente los principios humanitarios de limitación, distinción, proporcionalidad y protección de la población civil.
La Oficina expresa su solidaridad con todas las víctimas de estos hechos lamentables, y anuncia su propósito de seguir observando de cerca la evolución de la situación en el municipio de Toribío.
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TORIBIO
Fundado por: El presbítero Lucas de Rojas Velásco en 1735.
Superficie: 399 Km2
Población: 29.000 Hab. Aprox.
Altitud promedio: 1.737 m.s.n.m.
Producción: Agricultura.
Ubicación: Norte del Cauca.
Alcalde actual: Arquímedes Vitonás